Liverpool - Milan: el milagro de Estambul
- Jordi Delgado
- 8 oct 2019
- 4 Min. de lectura
25 de mayo de 2005, Liverpool y Milan se daban cita en Estambul para regalar a los aficionados del fútbol una de las mejores finales de la historia de la Champions. Finalmente, los ‘reds’ se llevaron la orejona en la tanda de penaltis.

Foto: Mirror. El Estadio de Estambul antes de vivir una noche mágica
La historia de una final épica
Al hablar de partidos históricos, a muchos aficionados se le vendrán a la mente grandes partidos de sus clubes, sin embargo, hay algunos que van por encima de los colores que gustan. La final de la Champions entre Liverpool y Milan del año 2005 es uno de ellos. Es un partido que todo aficionado del fútbol tiene que ver al menos una vez en la vida, uno de esos que ayudan a entender lo bonito y cruel, a partes iguales, que puede ser este deporte. Los dos equipos lucharon de poder a poder durante todo el campeonato y no se guardaron nada para una final que es de las mejores de la historia. Pero antes de ir a esa final, repasamos cómo fue el camino de ambos hasta llegar.

Foto: Mirror. Saludo previo entre Gerrard y Maldini.
Liverpool: segundo de grupo y solvencia en las eliminatorias
El Liverpool de Rafa Benítez quedó encuadrado en el Grupo 1 junto a Mónaco, Olympiacos y Deportivo de la Coruña. Un grupo en el que los ‘reds’ tuvieron que sudar, y mucho, para alcanzar la fase eliminatoria y es que al final lo acabaron haciendo por tener mejor diferencia de goles que Olympiacos. Con tres victorias (2-0 Mónaco, 0-1 Deportivo y 3-1 Olympiacos), 1 empate (0-0 Deportivo) y dos derrotas (1-0 Olympiacos y 1-0 Mónaco), el Liverpool fue segundo de grupo con 10 puntos, a dos del Mónaco que fue el líder, y empatado con Olympiacos pasando los ingleses por el +3 de diferencias de goles contra el 0 de los griegos.
Las dudas de la fase de grupos quedaron solventadas en una extraordinaria fase eliminatoria en la que el Liverpool no perdió ningún partido y concedió solo 3 goles en los 6 partidos disputados. Los octavos de final contra el Leverkusen se solventaron con un contundente 6-2 global ganando ambos partidos por 3-1. El rival en cuartos fue la Juventus a la que venció por 2-1 en la ida, un resultado que a la postre sería clave tras el 0-0 de la vuelta. Para las semifinales el sorteo deparó un cruce entre equipos ingleses, el Chelsea iba a ser el rival del Liverpool y tras el 0-0 de la ida, un gol del español Luis García fue clave para alcanzar la final.

Foto: Mirror. Así salió el Liverpool en Estambul
Milan: primero de grupo y sufrimiento en semifinales
El Milan entrenado por Carlo Ancelotti estaba encuadrado en el Grupo 6 junto a Barcelona, Shaktar y Celtic. Los italianos solventaron el grupo con cierta facilidad para acceder a la ronda eliminatoria como primero de grupo. Cuatro victorias (0-1 Shaktar, 3-1 Celtic, 1-0 Barcelona y 4-0 Shaktar), un empate (0-0 Celtic) y una derrota (1-0 Barcelona) sirvieron al Milan para ser campeón de grupo con 13 puntos por encima de los 10 que sumó el Barcelona.
El conjunto italiano iba a solventar sus choques de octavos y cuartos sin conceder ni un solo gol y presentando candidatura para ser campeón. El United sucumbió por un doble 1-0 en octavos mientras que en cuartos el derbi de Milan fue rojinegro con un 2-0 en la ida y un 0-1 en la vuelta. El rival para las semifinales iba a ser el PSV y tras el 2-0 de la ida todo parecía encarrilado para ser finalista, los holandeses quisieron dar guerra y se pusieron 2-0 en la vuelta empatando la eliminatoria, un tardío gol de Ambrosini en el 91 iba a certificar el pase del Milan pese a encajar el 3-1 definitivo en el 92 y clasificarse por mayor número de goles fuera.

Foto: Mirror. Así formó el Milan en Estambul
La magia de una final de Champions y ‘el milagro de Estambul’
Estambul se vistió de gala para la final de la Champions y los protagonistas no defraudaron. Un partido mágico, de los que crean afición al fútbol y de los que, una vez visto, son realmente difíciles de olvidar.
El Milan iba a iniciar de manera fulgurante adelantándose en el minuto 1 por medio de Paolo Maldini que remató al fondo de la red un centro de Andrea Pirlo. En la recta final de la primera parte Hernán Crespo, mediante un doblete, iba a poner las cosas muy de cara para el Milan, Shevchenko y Kaká asistieron al argentino para irse al descanso 0-3 arriba y con un Liverpool que había perdido a Kewell y Finnan por lesión en la primera parte.
Seis minutos mágicos en la segunda parte iban a permitir hablar, incluso 14 años más tarde, del milagro de Estambul. En el minuto 54, Gerrard ponía el 1-3 en el marcador y dos minutos más tarde Smicer hacía el 2-3 con un disparo lejano al que Dida no supo responder. El Milan estaba sin reacción alguna y los ‘reds’ lo aprovecharon para empatar, en el minuto 60 una internada de Gerrard acababa en penalti. La responsabilidad de lanzarlo fue para Xabi Alonso, el penalti lo detuvo Dida pero el propio lanzador se encargó de rematar el rechace y poner el 3-3 definitivo.
Tras una prórroga descafeinada dada la intensidad de los primeros 90 minutos, el partido se fue a los penaltis,no sin antes ver una antológica parada de Dudek que ya empezó a ponerse la capa. El Milan arrancó la tanda lanzando y fallando Serginho envió el penalti fuera mientras Hamann anotaba para el Liverpool, el héroe de la noche, Jerzy Dudek detenía el segundo penalti lanzado por Pirlo y Cissé se encargó de poner el 2-0. Tomasson puso el 2-1 y tras el fallo de Riise, Kaká empató a 2 y Smicer puso en ventaja al Liverpool antes del penalti decisivo. El ucraniano Shevchenko tenía que marcar o todo habría acabado el ucraniano decidió lanzar al centro pero Dudek le adivinó la intención y acabó de vestirse de héroe. Después de 45 minutos para olvidar, el Liverpool levantaba la orejona en una de las mejores finales de Champions de la historia.

Foto: Marca. Gerrard y Benítez levantan la orejona.
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