“Me da igual jugar 5 o 90 minutos, lo que quiero es disfrutar del fútbol”
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- 4 mar 2020
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Actualizado: 5 mar 2020
¿Cómo os imagináis al máximo goleador catalán de todos los tiempos? Algo suntuoso a sabiendas de sus logros, ¿quizás? Nada de eso. Ves a Santi Triguero, un profesor de Educación Física con una preocupación, casi parental, por saber si hemos encontrado bien el sitio donde habíamos quedado y si habíamos aparcado bien. En sus palabras hay experiencia y la sabiduría de quién sabe que el fútbol, como concepto, es su casa y siempre lo será. Todo lo explica con tal dedicación que, hablando con él, corres el riesgo de quedarte embobado y perder el hilo conversacional. Esto no es una entrevista, es una charla de unos descubridores y admiradores del fútbol amateur catalán con su máximo estandarte hasta la fecha. Disfruten tanto como nosotros lo hicimos esa tarde-noche de invierno en la que Santi nos recibió en su ciudad natal, Vilanova.

FUENTE: José Raúl González / Santi tras transformar el 1-1 en el Feliu y Codina durante la J21 (2-1)
ACTUALIDAD
Hablamos del objetivo del Igualada, que asciende este año a Tercera, tú también llegas este año. ¿Cuál es la situación actual y en qué contexto se encuentra el equipo? Ahora sois 18os.
La situación es complicada, está claro. Pero hay que tirar un poco para atrás, porque el Igualada se encuentra el ascenso a finales de junio, gracias al ascenso compensado del Prat. El Igualada planifica la temporada para hacer un equipo en Primera Catalana. A nivel de fichajes, no es lo mismo fichar en una categoría que en otra. Todos los jugadores que hay firmados el 30 de junio son para competir en Primera Catalana. El 30 de junio, el Prat sube y, de rebote, también el Igualada. La diferencia entre ambas categorías se nota mucho. Empieza la temporada, no hacen un mal juego, no juegan mal a fútbol, pero los resultados no llegan. Entonces deciden reforzarse con dos o tres jugadores con experiencia en Tercera División. Yo en aquel momento me encontraba sin equipo, estaba entrenando con el Castelldefels, me llamaron y lo cogí como un nuevo reto en mi carrera.
El Andorra gana la liga en Primera Catalana, pero al ocupar la plaza del Reus en Segunda B, ¿cuántos subís a Tercera?
De Primera Catalana a Tercera suben los dos campeones y el que gana la promoción de los segundos. El problema es que el ganador de la promoción es el Girona B, que no puede ascender por el descenso del Peralada. En este caso, sube el mejor tercero, que son Igualada y Banyoles. No sube el cuarto, que era el Viladecans, porque el Reus no renuncia a su plaza. No tiene equipo, pero no renuncia y no se presenta a los dos primeros partidos. Por eso Viladecans se queja, ya que podría haber jugado en Tercera porque el Reus los dos primeros partidos no los disputa y los eliminan, pero ya están en la liga.
En cuanto a la plantilla, has comentado que estaba pensada para una categoría inferior y el Igualada se encuentra que tiene que jugar en Tercera. En este lapso de tiempo, ¿qué hace el club? Porque se da cuenta de que no será suficiente con esta plantilla, pero no la remodela tanto como si supiese que desde en un principio jugaría en Tercera.
Es una muy buena pregunta. Imagínate que haces una plantilla de 22 jugadores, los firmas a todos y vienen a medio precio para jugar en Primera Catalana. ¿Cómo les dices que, como finalmente no estás en esa categoría, no los quieres? Estos chicos han dado el paso de querer jugar en el Igualada en Primera Catalana cuando quizás alguno tenía otras ofertas u opciones. El Igualada, entonces, considera que con esta plantilla y la inercia de cómo acabó la temporada pasada las cosas saldrían bien en Tercera División, pero hay muchísima diferencia entre una y otra categoría. De alguna manera, se han acabado reforzando, ya que, desde el mes de septiembre, los primeros 5 o 6 partidos los pierden. Ahora estamos en esta situación, a cinco puntos del Banyoles para intentar alcanzar la cuarta plaza que no conlleva el descenso directo.
Ya que hablas del descenso directo, ¿cómo se vive dentro del vestuario los posibles descensos compensados de Segunda B? Porque este año equipos como el Prat o el Badalona pintan bastante mal.
Nosotros no pensamos en descensos compensados. Solo pensamos en que lo que tenemos que evitar es estar entre los tres últimos, porque en este caso Reus, Sants e Igualada, si acabase la liga ahora, seríamos los que bajaríamos. Aunque suban Hospitalet, Sant Andreu, Terrassa o el equipo sea, a estos tres no los salva nadie. Tenemos que buscar la cuarta plaza por debajo, que la marcan Banyoles y Santfeliuenc. A partir de aquí, dependes un poco de la suerte, pero tienes opciones. Quedando entre los tres últimos, no tienes ninguna. Badalona puede bajar, el Prat puede bajar, sí. Pero también pueden subir Hospitalet o Sant Andreu, por ejemplo. Nuestro objetivo es ir partido a partido, pero con la vista puesta en el cuarto clasificado por la cola.

FUENTE: Marc Domingo / Celebración de un gol local en Les Comes esta temporada
¿Cómo se vive con la competencia que hay ahí abajo? Porque Sants ya estuvo la temporada pasada con el agua al cuello, Banyoles, Santfeliuenc, San Cristóbal parece que se aleja...¿Cómo crees que acabará la cosa? ¿Qué equipos estarán ahí hasta el final?
Tenemos unas ventajas y unos inconvenientes. Inconvenientes: no tenemos experiencia en Tercera División a nivel de plantilla. Los tres o cuatro veteranos que sí que hemos jugado en Tercera, a nivel de gestión de grupo tenemos que hacer entender a nuestros compañeros -que son chavales jóvenes con mucha calidad pero que les falta madurez- que haciendo las cosas bien hechas y estando muy unidos podemos sumar. Desde que hemos cambiado de entrenador, más o menos hemos ido puntuando y ya no estamos tan desquiciados como antes. Además, los equipos con los que luchamos están acostumbrados a Tercera División y ya llevan unos cuantos años luchando con esta zona baja.
Por otro lado, cuando estás muy acostumbrado a estar en el límite, algún año caes. Ahí es donde nosotros tenemos que ganarles a nivel de ilusión. El Igualada hace 14 años que no está en Tercera División y estas ganas de querer sobrevivir es lo que te hace correr más que el otro, luchar hasta el último minuto, esa pelota que no entra la metes con el alma...Y vivimos de eso. Para salvar la categoría hemos de amarrar el máximo de puntos posibles en casa. Las categorías se salvan en casa y pescando lo que se pueda fuera.
Hablas del Sants y del Santfeliuenc porque no es el primer año que se encuentran con esta situación, pero ¿cuál es la diferencia entre vosotros y este Banyoles (aunque ahora está en un mal estado de forma)? ¿En qué momento ellos empiezan con estos 20/25 puntos y a vosotros os cuesta un poco más cuando ambos fuisteis terceros el año pasado?
La diferencia es que el Banyoles durante toda la liga en Primera Catalana estuvo segundo o tercero. El Igualada era sexto, séptimo, quinto. El Igualada las últimas cuatro jornadas de liga juega contra el segundo, el tercero, el cuarto y el quinto. La segunda plaza y la primera están muy separadas y Montañesa y Viladecans se relajan. El Igualada va ganando, Viladecans va pinchando y se mete tercero por el gol average. Se lo encuentra de golpe. El Banyoles viene de una dinámica muy positiva. El mismo equipo sigue, están fuertes. Tercera desgasta mucho, pero comenzaron la liga como si aún estuviesen en Primera Catalana. Esos 20 puntos ya no se los quitaba nadie. A mí la experiencia me dice que tengo que creer en lo que son sensaciones y dinámicas, y el Banyoles ha entrado en una dinámica que le cuesta, y romperla es muy difícil. El Igualada comenzó al revés, el comienzo fue un desastre. Y ahora hemos perdido partidos un poco injustamente pero las sensaciones son diferentes. Tenemos la ventaja de que San Cristóbal tiene que venir a casa, Banyoles también, al Santfeliuenc les ganamos y eran un rival directo, al Sants les ganamos -tenemos el partido de la segunda vuelta en la última jornada-. Confiamos, quedan 12 partidos y pasarán muchas cosas.
En cuanto a místers, habéis tenido dos esta temporada. El primero quizás llama más, porque era Moha. Ahora estáis con Marc Cabestany. ¿Cómo habéis vivido el cambio? ¿Qué cosas buenas os ha dejado Moha?
Moha ha sido un profesional del fútbol toda la vida. Su idea o su pensamiento como entrenador era de profesional. Hemos de tener en cuenta que la Tercera División te exige como un profesional, pero vives como un amateur. Esto es complicado llevarlo porque si tú quieres dar rendimiento en esta categoría debes comportarte como un profesional, y esto quiere decir cuidarte a nivel de alimentación, cuidarte a nivel de horas de dormir, cuidarte a nivel de intensidad en los entrenamientos, incluidos los que hagas por tu cuenta. Pero por otra banda, no compensa. Económicamente, sobre todo. Entonces hay muchos jugadores con mucha calidad en la categoría que ven que el esfuerzo que conlleva esto a nivel de sacrificio no les compensa. Incluso a nivel de parejas, porque hay que sacrificarse los fines de semana, no puedes salir a esquiar, no puedes salir de fiesta, etcétera. Y hay gente que no está dispuesta a aceptarlo. Hay que decir que es lícito. A mí me ha tocado de cerca. Muchos jugadores que yo decía: “este tío es un pepino de jugador”, luego preferían salir de fiesta o estar con la novia o con los amigos y acaba jugando en segunda o tercera catalana, con todos mis respetos y humildad hacia esas categorías. Moha tenía una idea de fútbol muy arriesgada para Tercera con los jugadores que teníamos. Puedes tener “X” fallos en Primera o Segunda Catalana y que te metan un gol, pero tienes la capacidad de poder remontar el partido. En Tercera eso no pasa. Marc, a diferencia de Moha, ha traído la practicidad. Las áreas son zonas de alto riesgo, tanto en ataque como en defensa. Por lo tanto, hemos de tener claras una serie de cosas en defensa y en ataque otras. Hay que ser muy prácticos, a la hora de que no haya peligro abajo y a la hora de que para atacar no hace falta entrar con la pelota en la portería. Se puede marcar de centro, de chute lejano. Ha cambiado la idea del jugador, y, quieras o no, cambiar de entrenador es una especie de aire nuevo dentro del vestuario. Los que jugaban se ponen las pilas para seguir jugando, y los que no juegan dicen: “es mi oportunidad para mostrarme”. Marc es un hombre que transmite energía positiva, su mensaje siempre es de positividad. Moha tuvo la mala suerte de que los resultados no le acompañaron, porque es un pedazo de entrenador, las cosas como son.
Has comentado que en casa os tenéis que hacer fuertes, ¿cómo es el hecho de jugar en casa? ¿Hay grupo de animación?
No, grupo de animación no tenemos. En Tercera, excepto Europa, Sant Andreu y alguno más, -en Sant Andreu os lo puedo afirmar, ya que estuve tres años. El grupo de animación es un espectáculo- pocos equipos tienen. El Igualada y equipos del perímetro de Barcelona, a nivel económico no tienen la capacidad que tienen otros equipos como los de antes o Terrassa, Hospitalet, etc. Primero porque pagan mucho más, una ficha media de uno de estos equipos es dos o tres veces más grande que la del Igualada. Es un hándicap. Y segundo, por los desplazamientos. No es lo mismo ir a entrenar con un equipo que te queda a 20 minutos de casa, que a un equipo que te queda a una hora. Si quieres fichar a jugadores de Barcelona, que es donde quizás hay más para escoger, Igualada les queda a una hora. A mí por ejemplo, desde Vilanova me quedan 40 o 45 minutos. Quieras o no cuesta. Si no tienes dinero, no puedes compensarlo. Tienes que saber jugar con esto. Como pueblo, en Igualada el deporte “rey” es el hockey, que sí que llena el pabellón. Pero “Les Comes”, a nivel de estadio, es chulo. Está muy bien hecho y el terreno de juego es muy grande. Poco le falta para llegar a las medidas del campo del Barça y el césped está en muy buenas condiciones. Es césped artificial. Y, sobre todo, es un ambiente de pueblo. La gente de toda la vida va al fútbol. Quizás no hacen mucho ruido, pero son de esos socios que, si tienen que chillarle al árbitro, le chillan, y cuando tienen que animar al jugador, lo animan. De alguna forma, sobrevivimos así.
ACTUALIDAD PERSONAL
Hablamos ahora de ti. Si no nos equivocamos, tienes 43 para 44. Ya hablaremos del hecho de tener 43 y seguir jugando, pero ¿cómo te encuentras? ¿Cómo te sientes? Son tres goles esta temporada.
La verdad es que muy bien. Acabé en el Inter d’Escaldes. Me salió esa aventura y quise probar por las condiciones que me dieron. Fue una experiencia más y este verano me planteé dejarlo. Pero el entrenador del Castelldefels, Miki Carrillo, tiene mucha amistad conmigo y me dijo de entrenar con ellos. Acepté para ver cómo me encontraba y empezó la pretemporada.

FUENTE: Marc Domingo / Santi ante la UE Castelldefels en Les Comes (0-3)
Me sentí muy bien, pero hubo un problema. No fiché por el Castelldefels porque se había cerrado el cupo de fichas. Empezaron la pretemporada el 20 de julio y yo llegué en agosto y no quedaban fichas libres. Él me dijo: “a la primera baja que haya o en caso de que haya una lesión o alguien se vaya, te ficho”. Yo estaba encantado, porque ya había estado dos años con él. Pero ese momento nunca llegó. Yo seguía entrenando con ellos. Agosto, septiembre, octubre… Iba a Castelldefels, entrenaba, pero no cobraba. El peaje son 7 euros, lo que se convertía en 14 cada día más la gasolina. Me costaba unos 20 o 25 euros ir diariamente a Castelldefels. Él me preguntaba y yo le decía: “me han salido cosas, pero no me acaban de llenar, porque seguramente sea mi último año jugando al fútbol y quiero ir a un sitio a disfrutar”. Fue entonces cuando me salió lo del Igualada, y le comenté que ir hasta allí el gasto era menor y, además, era un nuevo reto. Tenían 0 o 3 puntos y sí que con Moha me costó entrar, pero sus últimos tres partidos me puso de titular y comencé a coger ritmo de partido. La verdad es que me lo paso muy bien. A nivel económico pagan lo que pueden pagar, pero como algo anecdótico os cuento que una de las condiciones que le dije al director deportivo fue que el día que yo no me lo pasara bien, lo dejaría. Fuese junio, fuese abril o fuese febrero. No significa que juegue o no, sino que no disfrute o que me dé pereza entrenar. De momento me gusta ir a entrenar y me lo paso bien juegue 5 o 90 minutos. Estoy contento.
Como curiosidad, cuando estabas entrenando en Castelldefels y hablabas con Miki de que no había la posibilidad al no haber bajas, ¿te llegaban muchas ofertas? ¿Te llegaban posibilidades de Tercera o incluso más abajo?
Si, de Tercera me llegó la opción de ir a Banyoles. Es decir, equipos que necesitaban gente con experiencia. Pero claro, era inviable ir hasta allí. Ellos me llamaron porque sabían que el año pasado iba hasta Andorra. Pero yo entrenaba con el Castelldefels y solo subía los fines de semana a jugar. Entrenaba con ellos el sábado, jugábamos el domingo y volvía ese mismo día por la tarde.
Para el concepto de equipo o de club no sería muy adecuado, ¿no?
Claro. Yo llegaba el domingo y los jugadores habían estado toda la semana. Ellos pensarían: “este llega hoy y ya juega”. Aunque sí que es verdad que lo tenían asumido. Cuando se lo comenté al Banyoles, le dije que la única opción que había era que entrenase por aquí por mi cuenta, subiese a Banyoles el viernes y entrenase ese día. Yo, si fuese el entrenador, no lo aceptaría, es una liada. Lo hablamos, pero al final vimos que no era posible. Y de Primera me salieron 4 o 5 equipos, pero mi intención era que a nivel deportivo me llenase. En cambio, cuando salió Igualada pensé: “van últimos, es un reto nuevo”. Hay muchos años que he luchado por el Play off u otros objetivos. Y lo que ya he comentado, con esta condición como algo primordial que ya le comenté a Robert Palau, que es el director deportivo. De momento, no ha llegado aún ese día.
TRAYECTORIA
25 temporadas amateur, 12 clubes, comienzas en el Vilafranca con 18 años. ¿Cuáles son tus orígenes en cuanto a fútbol base?
De toda la vida he sido de Vilanova i la Geltrú. En esa época el fútbol base del Vilanova no existía. Existía un club que desapareció, que era la Escola de Futbol del Garraf. Pero si quería fútbol base federado, tenía que ir a Sitges al Club Blanca Subur, que solo es de fútbol base. Jugué en escolar hasta los 12 años y cuando pasé a federado lo hice en la Blanca Subur. Allí estuve 7 años, hasta juvenil. Jugué dos años en Preferente y otro en Nacional.

FUENTE: Santi Triguero / Santi en la liga escolar con el Franciscans de Vilanova
Cuando acabo el último año de juvenil, me viene a buscar el Vilafranca, que estaba en Primera Catalana, y la Joventut Bisbalenca, de la Bisbal del Penedés. Por unas circunstancias acabé en el Vilafranca, que son que mi madre y mis primos son de Vilafranca, y también porque el entrenador era Lluís Aloy, un exjugador del Barça de la época de Kubala y tenía mucho currículum. Hablo de hace 25 años. Me dijo que confiaría en mí pese a ser joven, y así fue. Jugué partidos y subimos con el Vilafranca a Tercera ese año. En Primera Catalana solo había un grupo en Cataluña y luego Preferente, con dos grupos. También estaba Primera Regional, Segunda Regional y Tercera Regional. La Primera Catalana de aquella época era muy dura, como Tercera de ahora. Las Terceras que yo he jugado estos años tenían a Reus, Barça B, Girona, Badalona, Cornellá, Sabadell…
¿Y cómo es el hecho de irte al Nàstic? Porque te vas a uno de los clubes más grandes de Cataluña.
En aquella época tenía 19 años y lo podía hacer, ya que estaba estudiando. Además ese año quedamos campeones de liga de Segunda B. Había exjugadores de Primera, Xavi Bartolo que era entrenador del Nàstic, Sergi Parés secretario técnico, que venía del Lleida de Primera División de aquella época, Toni Torres, Edu Martínez de Osasuna, Santi Navarro, Melero que ahora está en el cuerpo técnico del Barça… Era un equipazo. Y claro, yo llego de un Primera Catalana con 19 años, el más joven del equipo. Me sirvió de mucho, lo que gané a nivel de entrenamientos y de vestuario fue como hacer un máster. Estuve en Segunda B y jugué, pero tuve la mala suerte de que el entrenador que me ficha, Ángel García y Jordi Gonzalvo, los echan al año siguiente pese a quedar campeones de liga, y fichan a Fabri. Fabri trae a jugadores vascos y gallegos y conmigo rescindimos contrato. Yo no tenía representante y es de esas épocas en las que si no estás metido en el mundo del fútbol piensas en dejarlo, en montar ligas con los amigos, jugar a fútbol sala… Pero las ganas me hacen seguir. Fue entonces cuando me ficha Jaume Creixell por el Sitges. En esa época se pagaba mucho dinero en Primera Regional, mucho. Subo con el Sitges a Regional Preferente y podríamos seguir hablando hasta las 12 de la noche.

FUENTE: Santi Triguero / Santi con el Nástic de Tarragona de 2a B en la 96-97
¿Cómo es eso de bajar de Segunda B con 19 años a Primera Regional, que es como Tercera Catalana (3 divisiones)?
Principalmente porque no tenía representante y no me movía nadie, En ese momento, con representante, viniendo de un Nástic campeón de liga con 19 años, te colocan en cualquier filial de España. También por la inexperiencia, ahora ya sabría moverme. Antes no, no tenía cartel. Y el que me ficha es Creixell. Se entera de que hay un chaval de Vilanova, que estaba en el Nàstic, lo han echado, no le conoce de nada, pero Sitges está aquí al lado. Malo no puede ser, es lo que siempre me ha explicado él. Y subimos a Preferente. Había mucho dinero e hicieron un equipo de Tercera División. Quedamos campeones de liga sacándole 21 puntos al segundo. Acaba la temporada y me echa, no me renueva. Me lesioné, estuve tres meses fuera por una lesión en el pie, y él considera que con la ficha que tengo no interesaba. Así es el fútbol. Ahí sí que hay un momento en el que llego a casa y le digo a mi padre: “dejo el fútbol”. Vilafranca perfecto, voy al Nàstic con toda la ilusión y me echan, vengo al Sitges para intentar volver a poner en marcha la maquinaria, me lesiono y, a parte, me echan. Era una ruina. Siempre he dicho que el fútbol es un engaño. Pero ya por orgullo, decidí seguir. De este deporte me retiraré yo, no me retirará nadie más. Y en esa época el Vilanova estaba en Primera Regional, y un hombre de aquí que trabajaba en una empresa de al lado me dijo que confiaba en mí y que no lo dejase, que jugaría. Me había visto jugar en la Blanca Subur y sabía lo que yo podía dar. Ahí es cuando me convence. Ficho por el Vilanova, que hacía 30 años que no pisaba Preferente. Subimos y meto 31 goles en 34 partidos con 21 años. Era mi tercer año de amateur.
Y aquí das el salto al Sant Andreu, ¿no?
Sí, cuando se acaba el dinero en el Sitges, después del Vilanova, Creixell se va para fichar por el Sant Andreu, en Tercera División y para acabar salvándolo a final de temporada. En Navidad, me llama, porque yo había vuelto al Vilanova, y me dice “Santi, llevas quince goles, vente a Tercera División”. Yo le contesté “Míster, hace unos meses me echas del Sitges y me recoge el Vilanova cuando estaba tirado como una colilla” claro, yo no quería dejarlos tirados, ya por ética profesional. “Si no vienes tú, el Sant Andreu bajará a Primera Catalana, eres el único que puede ayudarme a salvar al equipo” y le acabé contestando que me sabía muy mal, pero que no iba a dejar el Vilanova. Me quedé, acabé la temporada con 31 goles y conseguimos el ascenso a Preferente y cuando acaba la temporada, el Sant Andreu acaba bajando. Ese verano hable con la directiva y les dije que si querían que siguiera, yo seguiría, pero al entrenador que estaba lo echan y viene uno nuevo. Yo aquel año cobraba ‘x’ dinero y el día que fui a hablar con la directiva, muestran interés por que yo siga en el Vilanova. Yo les comento que quiero que valoren el esfuerzo que he hecho por quedarme en invierno y por la temporada que habíamos conseguido y me dicen que cobraré lo mismo. Hacía muchos años que el club no estaba en Preferente. No tuvieron ningún detalle y, en un punto de la conversación, me dejaron claro que si no quería acatar la propuesta, había otro delantero esperando su llamada. Me quedé flipando y les dije que ya le podían llamar. Esa misma noche me llama Creixell y me pregunta si he renovado y le digo que no. Le explico lo que ha pasado y reacciona con un “la mare que els va parir”, al más puro estilo Creixell, “yo te doy esto, y además, te pagamos el tren de ida y vuelta”. Yo no tenía coche en aquella época, y me dijo “Santi, me equivoqué en el Sitges. Confía en mí”. Y yo le di mi palabra.
Al día siguiente me llama el directivo del Vilanova que yo conocía. Y me dice “Santi, qué, te la lio el presidente, ¿no? Eso es por que querían negociar y jugar un poco.” ¡Y me ofreció más dinero de lo que me daban en el Sant Andreu! Claro, le dije yo ya le había dado mi palabra a Creixell para fichar por el Sant Andreu y se quedó a cuadros. Me dijo que había convencido a la presidencia de que yo no era como los demás, y que si no había firmado aún, que me quedara, pero ya no podía volver atrás. Vaya festival de sueldos. También se lo expliqué a Creixell. Porque yo le había dado mi palabra, pero él a mi tampoco me podía fallar.
Y nada, aquella temporada conseguimos el ascenso con el Sant Andreu de Primera Catalana a Tercera División, lo jugué todo y creo que hice 20 o 21 goles, para quedar segundo en el Pichichi. Creixell aquel año fue un espectáculo. Quedamos campeones de liga sacándole 12 o 13 puntos al Júpiter que quedó segundo.

FUENTE: Santi Triguero / El trotamundos del fútbol catalán con la UE Sant Andreu
Sant Andreu a mi me marca mucho. Estoy allí tres años, pero es que aquel barrio es como un pueblo tío, se vive mucho el fútbol. Además tengo el hito de ser el único jugador de la historia del Sant Andreu que tiene dos ascensos en categorías distintas, porque subí con ellos de Primera Catalana a Tercera División y de Tercera División a Segunda B.
En la final del Playoff para subir a Segunda B, hay 15.000 personas en el Narcís Sala, contra el Mazarrón de Múrcia, espectacular. Y no había asientos en aquella época, las gradas eran de cemento y había que estar de pie. El presidente era Joan Gaspar y hicieron entrada libre, sin coste. Teníamos que remontar la eliminatoria porque allí perdimos 2-1 y acabamos subiendo con un 2-0 en un día increíble. Lo que me transmitió aquella afición...de hecho, hay aficionados del Sant Andreu que aún me escriben por las redes sociales. Es un sentimiento que te atrae, que te hacer querer ese pequeño pueblo, ese club y esos colores. Es un club potente. Para mí el Sant Andreu nunca de la vida tendría que estar más abajo de 2ªB. Y si el fútbol fuese justo con el Sant Andreu, ahora mismo tendría que estar en 2ªA.
¿Crees que algo hubiese cambiado si en 2010 el Sant Andreu hubiera subido a 2ªA tras esa final del Playoff que perdió contra el Barça B de Luís Enrique?
Sí. Allí había un plan urbanístico preparado por si el Sant Andreu subía. Tiraban el Narcís Sala y hacían un campo con un centro comercial al lado, como el de Espanyol. Tuvieron la mala suerte de jugar contra ese Barça B. Imagínate a Gaspar, un culé a matar, de presidente del Sant Andreu. Se resolvió con 1-0 de penalti en la vuelta, un penalti injusto sobre Nolito. Yo soy del Barça, pero ese día era del Sant Andreu y me enfadé mucho. Muchos aficionados del Sant Andreu son culés también y desde ese día ya no lo son.
Desde que vas al Vilanova por primera vez, vas saltando a algunos equipos pero siempre terminas volviendo. ¿Por qué?
Termino volviendo porque a nivel de comodidad, lo tengo a 5 minutos de casa. Puedo ir a entrenar andando. Coste 0 a nivel de gastos y trabajo aquí. Y el Vilanova estaba en buenas categorías. Estaba en 3ª División e hicieron dos Play off. Tenía buenas ofertas para ir a jugar a Terrassa o Sabadell pero no me compensaba. Como trabajo aquí podía conciliar mejor la vida personal-profesional con el jugar a fútbol. Fue determinante que el Vilanova estuviese en 3ª, si no lo hubiera estado, seguramente hubiera jugado en otro sitio. Si que ha habido clubes, sobre todo Girona y Sabadell que me hicieron dudar mucho para tomar una decisión. Con esos contratos de renovación automática en caso de ascenso, tipo Granell. Y subieron. Si que me arrepiento un poco ahora, viendo lo que ha pasado. No lo hago porque yo tengo un trabajo fijo, Vilanova no me pagaba mal (aunque para nada era lo que me ofrecían esos clubes) y si juntaba eso con mi sueldo en el colegio, no estaba mal. El problema es que cuando me llegan las mejores ofertas yo ya tengo 27-28 años, no 21. Y pienso que mi vida futbolística llegará hasta los 30 y pico (que no ha sido así). Si hubiera sido profesional no creo que hubiera sido así. No sé lo que hubiera pasado. Uno de mis mejores amigos es Alberto García, portero del Rayo Vallecano, que jugó conmigo en el Sant Andreu. Cuando subimos a 2ª B juntos, tiene una oferta del Águilas de Murcia que yo también tengo y la rechazo. Él insistió para que nos fueramos juntos pero no. Él de allí, pasa al Murcia, juega en 1ª, luego al Córdoba, al Sporting y al Rayo. En esa época tuve muchas ofertas de clubes como el Ibiza, equipos de Madrid y de Galicia… Pero sólo juego en 2ª B el año del Nàstic. Hay un segundo intento con l’Hospitalet, que me ficha con 24 años. Es el año en que también juego en Cornellà. Aquel año, tras ya haber marchado de Sant Andreu, empiezo en L’Hospitalet de 2a B, continuo en el Cornellà de 3a y acabo la temporada en el Vilanova de Primera Catalana. En un año, 3 equipos (risas).

FUENTE: Santi Triguero / CE L'Hospitalet, UE Cornellà y CF Vilanova
Aquel L’Hospitalet tenía un equipazo, quedan campeones de liga en 2a B, juegan promoción de ascenso contra el Leganés y la pierden. Allí no jugué prácticamente. Tenía 24 años y necesitaba minutos, por eso me ceden a la UE Cornellà. Pero iba en tren y la combinación era malísima. Me agobié y decidí fichar por el Vilanova antes de acabar el curso.
¿En 2017 coincides con Jordi Cano en la UE Castelldefels?
Sí, sí. El Pichichi. Ya se le veían cosas. Tiene una ‘pipa’ en la pierna izquierda. Sí, sí. Lo que pasa es que creo que ya después de tres o cuatro años ya en Tercera División, ha encontrado al CE Europa, con su hermano como capitán y como jefe, está en casa, está cómodo, no tiene presión y se ha dejado ir. Es un tío que creo que aún le falta para jugar en Segunda B pero que lo conseguirá seguro. Este año ha demostrado tener cosas muy buenas, pero hay un cambio de Tercera a Segunda B muy grande. Puede ser que este año ya haya tenido alguna oferta de 2a B y no haya aceptado. Yo creo que ha hecho bien. Porque meterá veinticinco goles, hará seguramente el Playoff de ascenso y siempre tiene tiempo de subir a 2a B. Si él quiere, será jugador de Segunda B seguro.

FUENTE: UE Castelldefels / Santi Triguero con la UE Castelldefels
Ya para cerrar este apartado sobre tu carrera, explícanos esa experiencia en el Inter d’Escaldes de Andorra.
Fue algo anecdótico. El director deportivo del Inter es el Toni Lima, hermano de Ildefons Lima, capitán de la selección andorrana. Yo había jugado contra Toni, porque él había estado en el Gava y en el Palamós entre otros. Buscaban un jugador veterano de Tercera División para conseguir meter al Inter en la Europa League.
El fútbol en Andorra se vive poco. Son ocho equipos, y cuatro partidos por jornada, juegan a las 12h, a las 14h, a las 16h y a las 18h y siempre en el mismo campo. Te conoces a los árbitros, a los jugadores y a los entrenadores. No hay mucha madurez futbolística. Por eso no hay chicos jóvenes que jueguen en la liga. Esa es la desventaja principal del fútbol andorrano. Lo bueno, que como es un país, el que queda primero y el que queda segundo, entran a las fases previas de la Europa League. A nivel económico compensa. Se pagan primas muy buenas. Hay portugueses, sudamericanos y gente esporádica como yo.
Si tuvieras que equipararla a una división del fútbol español, ¿cuál sería?
Hay ocho equipos. De esos ocho, hay tres equipos que podrían luchar por permanecer en Tercera División. El Inter, el Sant Julià y el Santa Coloma. A partir de L’Engordany, Primera Catalana hacia abajo. El Sant Julià por ejemplo dará guerra porque ahora ha fichado a cinco jugadores de Tercera División de Catalunya. El Inter yo lo conozco, lo metes en Tercera de aquí, y queda media tabla para abajo.

FUENTE: Inter d'Escaldes / Santi durante su etapa en el fútbol andorrano
Jugadores como Genís, no hay. Él allí va muy sobrado. Pero económicamente le compensa. Está haciendo muy buena temporada, aquí podría estar en Tercera en algún equipo que lo conociese por nombre. En Andorra todos son jugadores veteranos, la cantera no juega allí. Si quieres progresar en el mundo del fútbol, yo creo que no es una liga donde tengas mucho margen para hacerlo.
PERSONAL
¿Sabes la cifra exacta de goles que llevas?
322 oficiales. Soy el jugador catalán que más hecho en toda la historia. Tengo todos los goles controlados. Cada vez que marco lo apunto. Desde juvenil, tengo crónicas de todos los partidos que he jugado. El último de hace cuatro días, también. Lo tengo todo archivado por temporadas. SPORT, MD, Diari de Vilanova, 3de8…me compraba hasta el periódico de la ciudad dónde nos desplazábamos por un Play off.
Tengo a Tamudo, segundo máximo goleador profesional de Catalunya, a más de 100 goles. Si contara amistosos, serían más de 500. La gente dice que es Messi, pero él no es catalán, es argentino, bueno, de otra galaxia. (risas).
Y un tío que ha hecho más de 300 goles en 25 años de carrera profesional, ¿cómo ha evolucionado como futbolista y como persona?
Actualmente dónde no me llega el físico, me llega la experiencia. Yo era rápido, ahora no es que sea lento pero no soy Jordi Cano, pero tengo otras virtudes. me guio mucho por la intuición. Como referencia, pese a ser del Barça, entre otros, tenía a Tamudo y a Raúl González. De esos jugadores que parece que no destaquen en nada pero que son muy listos. Cuando hay un centro pienso, esa pelota caerá ahí, y pum. Siempre pienso que el gol no se entrena, se tiene. Y la gente se ríe cuando lo digo. Algunos jugadores me dicen que lo entrenan, pero no. Lo que entrenan es el remate. Y eso no significa que entrenes el gol.
No te hemos preguntado aún por tu partido con la Selección Catalana
Fue en el 2008, Catalunya-Argentina en el Camp Nou. La Selección Catalana Amateur, a la que van jugadores de Tercera División me convoca dos o tres veces. Antes de que Johan Cruyff llegara al banquillo, todos los seleccionadores premiaban al jugador más destacado de la Amateur convocándolo para el partido de Navidad con la absoluta. Y el último año que esto se hace, me convoca Pere Gratacós. Todavía me acuerdo de la llamada: “Santi, soy Pere Gratacós”. Y Yo digo: “¿En serio? Él me dice: ¿Sabes para que te llamo? Y yo: “Que sea por lo que estoy pensando”. Y fue así. Catalunya-Argentina y en el Camp Nou. Estaba en una nube. En Argentina jugaban Higuaín, Agüero, Messi, Di María, Lavezzi, Gago, Banega, Fazio… una pasada. Y de Catalunya, como fue a finales de mayo de 2008, los convocados con la Eurocopa. Ni Xavi, ni Puyol, ni Sergio García. Piqué, que acababa de fichar por el barça hacia dos semanas si que fue. Valdés también. Después de jugar 10 años en campos de tierra…

FUENTE: fcf.cat / Santi durante la convocatoria con la Selección catalana absoluta
¿En qué momento de tu carrera tú te empiezas a sentir como un referente?
Eso te lo da el bagaje que vas adquiriendo. Pero ese bagaje cuesta muchas horas de no salir de fiesta, no beber alcohol y no fumar. Entrenar por tu cuenta, más allá de lo que esté establecido. Ahora, si no estuviera con vosotros, habría salido a correr. Pero no me supone esfuerzo, es un hábito para mi. Yo sé lo que tengo que comer cada día. A nivel de familia también son sacrificios, muchos fines de semana sin poder hacer nada con ellos. Tiene un valor enorme por su parte, porque no todas las personas están dispuestas a aguantar eso. Cuando haces todo esto y además tienes la suerte de no tener lesiones graves y la mayoría de entrenadores han confiado en ti y eso lo traduces en goles… Cuesta mucho meter goles en todas las categorías y eso te da el bagaje. Por ejemplo, tengo otro récord que no creo que bata nadie (risas), he marcado en 25 temporadas distintas. El año que menos marqué fue un gol y el que más 31. Aunque la mayoría siempre han estado alrededor de los 20.
Si al final hubiese ido a categorias más superiores, no sé si lo hubiese podido cumplir. Es complicado, depende de si los entrenadores hubieran confiado en mí, de las lesiones… Aunque mira a Enric Gallego, toda la vida jugando en Tercera, en dos años ha dado el salto para aspirar a todo y ahora ya podrá vivir toda la vida de ello. Pero es complicado de saberlo.
Hemos llegado a un punto en que nuestro guión habitual no da para más. Santi ha llevado la entrevista a su aire y nosotros no tenemos más apartados preparados. La hora nos dice que la entrevista ha llegado a su fin -hay que volver de Vilanova, que mañana se madruga- pero nuestra sensación es otra. Parece que no hemos venido a entrevistar a Santi, sino a empezar una serie, porque nuestro encuentro ha sido poco más de un capítulo. Poco más de un entrante al que le falta aún todo el menú. Y los postres.
Nos subimos al coche motivados por lo especial que es pasar una tarde así y por todo lo que se puede llegar a descubrir en el otro fútbol. Sí, el otro fútbol. El que se juega en Vilanova y en Sant Andreu. El que se disfruta en Sitges y en Vilafranca. Y el que se vive en las botas de la experiencia y, sobre todo, del gol.
25 capítulos y una serie maravillosa: Santi Triguero. El dueño y señor, del otro fútbol.
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Entrevista y edición de Joel Gadea, Marc Marín y Adrià León
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