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El Lucifer genovés


El Derbi della Lanterna entre Genoa y Sampdoria recrea una hostilidad que ilumina el deporte italiano en su máxima expresión, erigiéndose como uno de los focos principales dentro de la experiencia futbolística anual.

Fuente: gazzeta.it / El Derbi della Lanterna

En una de las ciudades más emblemáticas del norte de Italia hay una luz que siempre brilla. A orillas del mar de Liguria se erige un faro que, desde mediados del siglo XVI, guía a navegantes y aventureros que se aproximan a visitar la ciudad de Génova. Comúnmente llamado la “Lanterna”, el faro se ha erigido como el símbolo de “La Superba”, distinguiendo la localidad y convirtiéndola en un punto de referencia dentro del norte peninsular.

Sin embargo, además de personificar la ciudad, el faro ha sido utilizado para bautizar un suceso que concierne al universo del balón. El Derby della Lanterna se ha convertido en un acontecimiento deportivo que ilumina Italia durante su curso. Genoa y Sampdoria luchan, desde justo después de la II Guerra Mundial, para irradiar y encender la luz que baña su ciudad. El orgullo de poseer la llama que guía y da la bienvenida a visitantes y peregrinos en Génova ha convertido 90 minutos de fútbol en una auténtica disputa. El combate de la luz.

Una sede mítica

Aunque el duelo clásico empezó en 1946, cuando se fundó lo que hoy conocemos como Sampdoria, club más joven de Italia, el derbi en Génova ya existía, cuando el Genoa se veía las caras contra el Sampierdarenese y el Doria, la fusión de los cuáles permitió el nacimiento de la ya mencionada Sampdoria. La riña se disputa en el escenario que ambos clubs comparten, el Estadio Luigi Ferraris, emblema histórico de la Serie A por ser el feudo más antiguo de la categoría que aún sigue siendo testigo del rodar del balón.

Fuente: tmssmagazine.com / Inicio de un derbi con mosaico del Genoa

Así pues, las dos aficiones conviven dos veces al año –si el azar de las competiciones coperas no saca a pasear su morboso capricho- en la ciudadela genovesa de Marassi. Una afición al norte y otra al sur. Dos cánticos, dos himnos que, según el color que se vista, se silban con vehemencia o se aplauden con un delirio que roza la más pura irracionalidad pasional. Partido que, como reza el tópico de todo derbi, calienta los días previos. Incluso las semanas. Un choque que, lejos de la popularidad que gozan en ciudades como Milán (Inter-Milan) o Roma (Lazio-Roma ), convierte, como mínimo por un día, a Génova en la capital del fútbol y la geografía italiana.

Con el pie izquierdo

Si bien es cierto que en las últimas temporadas ambos conjuntos han estado coqueteando con el descenso –de hecho, el Genoa-Sampdoria también se ha disputado en la segunda categoría del fútbol italiano- este año las cosas han empezado realmente mal para los dos. Sin ir más lejos, las dos instituciones son las que ocupan el penúltimo y el último lugar en la tabla tras siete encuentros disputados, sumando tan solo dos victorias entre ambas. A resultas de este dato y si las dinámicas no empiezan a alzar el vuelo, el primer derbi a mediados de diciembre puede tener un aliciente más para avivar una batalla que ya se define por sí sola.

Fuente: flickr.com / Afición de la Sampdoria en el Luigi Ferraris.

El cómputo global es favorable a la Sampdoria, dato ratificado en los último años, ya que el Genoa solo ha sido capaz de vencer en dos de las últimas 14 ocasiones que se han visto las caras. Una rivalidad que esperemos siga tiñendo Génova de fútbol y balón. Y un derbi que, aunque no cuente con la popularidad de otros muchos, respira historia y, sobre todo, pasión. Y con este último ingrediente todo choque es una maravilla. Que la luz de Génova siga brillando. Que su fuego no se apague nunca.

 
 
 

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