Martin Ødegaard, el paradigma del futbolista perfecto
- Joel Gadea
- 23 oct 2019
- 3 Min. de lectura
El noruego encarna todas las virtudes que puede atesorar un jugador que marca una época. De momento, sigue dando todos los pasos en la dirección correcta para que se cumpla su sueño. El otro día leí en Twitter (no recuerdo a quien) una de las mejores definiciones de Martin Ødegaard: “el jugador que todos nos creamos en el PES”. Lo tiene todo, presencia física que ha ido desarrollando con el paso del tiempo, una calidad sensiblemente superior a la gran mayoría de futbolistas, una visión de juego privilegiada y, lo más importante, ganas de demostrar lo que la gente esperó de él tras su rutilante aparición con 16 años en el Real Madrid, donde alternó apariciones esporádicas con el primer equipo de la mano de Ancelotti, Rafa Benítez y Zidane y largas temporadas en el Castilla.

Martin Ødegaard en su debut con el Real Madrid. Fuente: Getty Images Este verano, el noruego llegó a la Real Sociedad tras tres temporadas en los Países Bajos (dos en el Herenveen y una en el Vitesse). Sonó con fuerza para incorporarse al Ajax, pero acabó decidiendo seguir su carrera en Donosti, firmando una cesión de dos temporadas con los txuri-urdin para después volver al Madrid. El inicio de campaña nos ha revelado que la jugada le ha salido redonda a Ødegaard, el proyecto donostiarra parece no tener techo en cuanto a aspiraciones y ha sabido dotar al centrocampista de un entorno futbolístico inmejorable: tranquilidad para crecer sin presión y jugadores que sean capaces de interpretar su juego dentro del campo. Oyarzabal, Portu, Mikel Merino, Isak y Wilian José han recibido como agua de mayo la llegada de la perla noruega y así se refleja en la clasificación.

Ødegaard con la Real Sociedad. Fuente: Getty Images Analizando sus dos meses de competición como realista, Ødegaard se puede considerar como uno de los mejores futbolistas de lo que llevamos de temporada. Un campo de acción enorme, precisión quirúrgica a la hora de lanzar a los delanteros, un golpeo supremo y, por si fuera poco, dos goles y dos asistencias, son los registros y las sensaciones del noruego, que de momento, lo ha jugado todo.

El noruego protegiendo el balón ante Saúl. Fuente: Getty Images Actuando como segundo punta en Noruega y como mediapunta clásico en la Real Sociedad, en esta fase de su carrera los equipos donde actúa explotan su llegada y le utilizan como último enlace entre el centro del campo y la delantera. Eso sí, la posición nunca es un corsé para Ødegaard, en ocasiones se le puede ver cayendo en banda, para dar una salida exterior cuando los rivales pueblan el centro y bajando a instancias inferiores a recibir el balón y distribuirlo, sobre todo si la circulación no es fluida. En su selección se multiplica por el campo, actuando desde el foco de la jugada hasta la segunda punta. En su selección ya gobierna el centro del campo, manejando a su antojo el juego de Noruega, en la Real es la guinda del pastel y él sólo hace que crecer a pasos agigantados. Parece preparado, ahora sí, para jugar en el Real Madrid, donde aterrizó con 16 años creando unas expectativas desorbitadas para alguien de su edad.
Ahora, con 20 años, su futuro es más prometedor que nunca y, lo mejor, parece que sabe tomar las decisiones adecuadas en los momentos adecuados para que todo vaya por su cauce, el del éxito.
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