top of page

Por quinta vez

River perdió y sufrió, pero eliminó por quinta vez a Boca en la era Gallardo y va a por la quinta Libertadores de su historia.

Fuente: Diario Olé / El festejo de River al finalizar el encuentro.


Otra vez River. Nuevamente contra Boca. Por quinta vez en este lustro memorable de Gallardo y sus dirigidos, River volvió a dejar en el camino al equipo xeneize y es finalista de una nueva edición de la Copa Libertadores de América.

Hay veces en el futbol que para ser grande también hace falta sufrir. Y es que este equipo ha demostrado durante su etapa más gloriosa, que no sólo sabe jugar sino también la sabe pasar mal.

Marcelo Gallardo ha podido consolidar a este equipo de tal manera que los jugadores millonarios saben adaptarse a todo tipo de circunstancias. Y esto se vio demostrado nuevamente en esta semifinal al igual que en otras ocasiones, ya que la idea de superar a su rival con pie fino no prosperó y el plan cambió.

Evidentemente Alfaro propuso algo muy pobre desde que llegó al club. En esta ocasión optó por la pelota parada, los centros al área y el pelotazo a Wanchope. Boca con poco hizo más que en los anteriores dos encuentros frente a River pero aún así no fue suficiente. Obviamente Alfaro se acordó tarde de donde estaba y lo que estaba por suceder. No siempre noventa minutos es suficiente. Más allá de eso, esta claro que una institución como Boca Juniors no puede pretender hacer la heroica en estas ocasiones.

Claramente, la dirigencia de Boca se equivocó en contratar a un hombre como Gustavo Alfaro. Es una vergüenza institucional el momento que atraviesa Boca Juniors, no sólo por la escasez de títulos que le genera en este momento su clásico rival, sino por el futbol tan mediocre que propone su entrenador. Boca es una entidad demasiado grande como para permitir que la historia argentina de futbol se escriba de la manera que se viene escribiendo.

Por su lado, River sueña con el bicampeonato, algo que nunca consiguió y a nadie le extrañaría que lo lograra en este momento. Este grupo comandado por Napoleón, se ha acostumbrado a la paternidad moderna que le da esperanza para todo aquello que se proponga. Eliminar a Boca en casi todos los campeonatos que ha obtenido River con Marcelo como DT, ha generado seguridad en los jugadores para hacer frente a todo tipo de encuentros.

En Núñez se vive un momento único. La confianza está por todo lo alto y el equipo tiene ganas de más.

Fuente: Diario Olé / Festejos en la llegada del equipo al Monumental.

Comments


  • Twitter
  • Instagram
bottom of page