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Fekir salva los muebles para el Betis en el partido de las urgencias

Fekir. Bendito Nabil. El Betis coge aire tras llevarse el gato al agua después de un triunfo agónico en un partido de necesidades. El jugador francés se ha encargado de marcar el gol definitivo en el minuto noventa y hunde, aún más si cabe, a los de Escribá. Bendito Nabil.

ABC/Fekir se abraza a Rubi después del gol

La carta de Rubi salió bien

Un choque en el que los dos equipos llegaban con solo nueve puntos y en zona más que peligrosa. El duelo era de urgencia y lo único que importaba era sacar los tres puntos, daba igual el proceso, solo importaba el fin. Un partido que empezaba con buen pie para los béticos desde el principio. Se ponían por delante en el minuto diez con un gol de Emerson llegando bien desde segunda línea y rematando un centro de Borja. Respiraba Rubi, se temía lo peor Escribá. El gol tempranero venía de perlas para calmar la tensión que se palpaba en el Villamarín en la previa del partido. A raíz del tanto, los verdiblancos tuvieron sus mejores minutos achuchando al Celta en su propia área pero sin acabar de concretar. Pasada la media hora, se cambiaron las tornas y era el Celta el que tomaba las riendas del partido. A la reanudación, los vigueses siguieron tomando la iniciativa y se empezaban a escuchar los primeros pitos en el feudo verdiblanco. Parecía cuestión de minutos que llegara el empate y así fue, de penalti y con suspense por el VAR. Iago Aspas se encargó de transformarlo para igualar el encuentro, dar esperanza a los suyos, y poner al Villamarín con el corazón en un puño. A falta de veinte minutos y visto el panorama, Rubi decidió jugárselo todo a una carta haciendo entrar a Loren y Lainez, quebrantando por completo al equipo. Ya le daba igual. Y salió victorioso. En el último minuto. Balón que le cae a Fekir dentro del área y consigue batir con cierto suspense a Rubén para hacer explotar al Villamarín. Y es que lo que no sabía el Celta era que la carta de Rubi se trataba de un As. Un gol que es la metáfora perfecta para explicar cómo está siendo la temporada del equipo vigués, llena de desgracias.​

Estadio Deportivo/Fekir celebra su gol en el minuto 90

Rubi – Escribá, dos vidas paralelas -hasta ahora-

Los dos entrenadores llegaban con el nivel de vida justo, con el combustible prácticamente agotado. Pero Rubi aún tiene vida. Esta victoria les permite a los andaluces salir de la zona roja a pesar de las carencias futbolísticas que siguen demostrando sobre el verde. Y si Rubi ha recuperado algo de oxígeno y de vida es porque se la ha quitado a Escribá, que precisamente no le sobra. Pese a ser superior el Celta en el mayor tramo del partido, los gallegos han pecado de acierto y oficio. Injusto, pero se meten en descenso y dejan a su entrenador pendiendo de un hilo que tiende más a romperse que a aguantar cualquier movimiento por muy sutil que sea.

Y es que este partido ha cambiado las tornas. Fekir ha pasado de ser criticado por su rendimiento a ser el héroe de Heliópolis, y Rubi ha pasado de estar enterrado a tener un último cartucho. Vida extra para Rubi, jaque (y prácticamente mate) para Escribá.


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