Marco Rose, domador de potros

El ex técnico del RB Salzburg, que coincidió con Jürgen Klopp en su etapa como futbolista en el Mainz, ha conseguido instalar el estado de felicidad en el Borussia Park. Líderes en la Bundesliga, Los Potros han cuajado su mejor inicio de campaña desde 1987.

Fuente: Goal.com / Marcus Thuram comanda la fiesta en el Borussia Park

Se educa en casa y se aprende en la escuela. O eso dicen. La madre procura recordarle al hijo que se mire al espejo cada día, el padre le sugiere cualquier carrera menos la de periodismo –“no te quiero ver aquí a los treinta”–, la profesora le enseña a poner la virgulilla en la ‘ñ’… Y, como el niño se ha empecinado en ser periodista deportivo, el compañero de clase le catequiza sobre lealtad: “ya le estás pidiendo dinero a tus padres para el viernes”. En el fútbol, aparte de pedir al jugador un último sprint en el 90’, el entrenador también supone una fuente enriquecedora para el futbolista, en la mayoría de los casos. Marco Rose sabía que Jürgen Klopp no era su padre ni su profesor, pero aprendió de él como si lo fuera. En la larga etapa que compartieron en el 1. FSV Mainz 05, el técnico del Borussia Mönchengladbach cultivó gran parte de su filosofía como técnico.

Y es que Rose -lateral izquierdo- formó parte de aquel Mainz 05 de Kloppo que consiguió el ascenso a la Bundesliga en 2004 y, un año después, la clasificación para la Copa de la UEFA. El ex técnico del Red Bull Salzburg, en una entrevista para la página web oficial de la Bundesliga, recuerda aquellos años con cariño. “Con Klopp logramos algo muy especial en Maguncia ya que nadie imaginaba que el equipo, que en temporadas anteriores luchaba por no descender a la 3. Liga, lograría ascender a Primera División”. Y lo cierto es que para el entrenador del Liverpool no fue llegar y besar el santo. En 2001, cuando asumió el cargo como técnico interino, cumplió con el objetivo de la salvación. En su primera temporada como entrenador con todas las de la ley, Los Carnavaleros no consiguieron el ascenso, pero lograron su mejor puntaje en la historia de la 2. Bundesliga. En la siguiente campaña un gol del Eintracht Frankfurt en el 93' -última jornada- volvió a truncar el sueño del ascenso. Fue en la tercera temporada cuando el Klopp entrenador y el Rose jugador pudieron celebrar el premio de competir en la Bundesliga a partir del siguiente año. 

Fuente: Bundesliga / Marco Rose y Jürgen Klopp, uña y carne en el Mainz

El exfutbolista y entrenador alemán, en la entrevistada citada con anterioridad, afirma que “desde entonces, el club -Mainz- ha conseguido mantenerse en Primera durante todo este tiempo y las expectativas han cambiado. Creo que nos convertimos en modelo para clubes como el Union Berlín, Paderborn, Alemannia Aachen… Clubes pequeños que lograron metas inesperadas”. Y es que, desde su llegada a la Bundesliga, de lo que sí pueden aparentar en Maguncia es de haber visto pasar por sus banquillos a técnicos de talla mundial como Jürgen Klopp (‘Pool’), Thomas Tuchel (PSG) o, a menor escala, Marco Rose (RB Salzburg y, desde este verano, Borussia Mönchengladbach). Una auténtica fábrica de entrenadores.

Entrenador revelación

Las dos Bundesliga que consiguió ganar en Austria (2017/18 y 2018/19) con el Red Bull Salzburg y el gran papel en la Europa League (semifinales y octavos) le sirvieron para abrir el mapa y buscar un destino más atractivo, en cuanto a exigencia se refiere. A priori, estaba llamado a ser el sucesor de Ralf Rangnick en el banquillo del RB Leipzig, pero la confirmación de Julian Nagelsmann le hizo cambiar de planes. Sin moverse de la idea de entrenar a algún equipo de Alemania, encontró acomodo en el banquillo de Los Potros, en Mönchengladbach.

“Estoy muy lejos de ser un tipo perfecto”, decía Rose en una entrevista concedida al canal oficial de la Bundesliga. Aunque la realidad, hasta el momento, muestra que la campaña del Gladbach está siendo -casi- inmaculada: ha logrado su mejor inicio de temporada desde 1987 -32 años- y es líder de la Bundesliga (ya son 11 semanas en lo más alto de la clasificación). En la DFB-Pokal (Copa alemana) cayó eliminado (2:1) en dieciseisavos ante el Borussia Dortmund, en el Signal Iduna Park. Y en el grupo de la Europa League, después de la victoria en casa ante la Roma, apura sus opciones para clasificarse para la siguiente ronda. Es tercero empatado a puntos con el equipo italiano y se sitúa a dos puntos del primer clasificado, el Basaksehir turco.

Fuente: Cope / Los Potros cuentan los goles por victorias

Un equipo con identidad

Como no puede ser de otra manera, un entrenador dirigido por Klopp tiene que haberse releído los manuales sobre fútbol estético y dinámico. A bien sabido, la afición del Borussia Park es de las que premia las tardes de buen fútbol. Más aún después de años de decepciones e inestabilidad. La marcha de Thorgan Hazard al Dortmund (25M€) este verano parecía suponer otro revés para las aspiraciones de Die Fohlen esta temporada. Pero la llegada de Marcus Thuram -hijo del exjugador del Barcelona, Lilian Thuram-, procedente del Guimpamg (10M€), ha conseguido paliar la baja del belga. El delantero francés de 22 años –designado ‘rookie’ del mes por segunda vez consecutiva– ha marcado 5 goles y ha repartido 5 asistencias en 12 partidos. “Rose es un entrenador fantástico: es joven, sabe lo que quiere y habla un idioma que los jugadores entienden. Nos quiere y nosotros a él”, afirmaba el nuevo ‘10’ borusser en una entrevista concedida al canal oficial de la Bundesliga. Pero, aparte de las individualidades (el citado Thuram, Pléa, Zakaria…), la sensación es que el técnico de Leipzig ha construido un bloque sólido, solidario y efectivo. Un equipo joven, que entretiene y que sueña en grande.

Después de la derrota en el campo del Union Berlín (2:0) y de la victoria del Bayern en el campo del Fortuna Düsseldorf (0:4), Los Potros ven a los bávaros por el retrovisor -siguen siendo líderes, a un punto de los de Hans-Dieter Flick-. Porque para discutir la hegemonía del Bayern quizás hagan falta unas cuantas cervezas. Las que se deben tomar Rose y Klopp cada vez que se miran a los ojos.